El índice de Transparencia Nacional dejó a la Corporación de Regulación de Tarifas de Energía y Gas “CREG” con el lugar 135 en corrupción, de 138 entidades gubernamentales.
Esta corrupción de acuerdo con la Corporación Transparencia por Colombia, encargada de la calificación, se refiere al abuso de posiciones de poder o de confianza, para beneficio particular en detrimento del interés colectivo, realizado a través de ofrecer o solicitar, entregar o recibir, bienes en dinero o en especie, en servicios o beneficios, a cambio de acciones, decisiones u omisiones.
La percepción de usuarios, empresarios, especialistas financieros, analistas de riesgos, es la reflejada en el vergonzoso puesto y calificación fijado desde los resultados de encuestas del Banco Mundial, la Universidad de Columbia o el Foro Económico Mundial, entre otras instituciones encargadas de calificar a más de 120 países.
La CREG que mereció un 35.9%, evidenció la realidad de esta entidad y la fijación de normas de regulación que favorecen sin explicaciones claros intereses específicos. La situación es preocupante si se tiene en cuenta que los principales asaltados son los usuarios con costos, y las empresas públicas, en procesos claves que se están definiendo de ventas accionarias.
La Corporación de transparencia, deja ver la influencia en este índice de la inversión extranjera que prima sobre los intereses y las realidades públicas. Esta página publicó hace poco el nombramiento del comisionado Germán Castro Ferreira quién ayudó a la capitalización de la EEB, que deja interrogantes sobre los criterios que se tienen para elegir a unos encargados de regular más de $15 millones de millones de pesos en tarifas de energía.
Lo insólito es que esta calificación que refleja la importancia del control ciudadano sobre nuestras instituciones no ha tenido repercusión para el gobierno, más que un comunicado de la misma CREG, que simplemente rechaza tal índice.
Divulguemos esta información y pronunciémonos para dejar claro que se necesita una reforma y mejora profunda a esta entidad estatal.
La percepción de usuarios, empresarios, especialistas financieros, analistas de riesgos, es la reflejada en el vergonzoso puesto y calificación fijado desde los resultados de encuestas del Banco Mundial, la Universidad de Columbia o el Foro Económico Mundial, entre otras instituciones encargadas de calificar a más de 120 países.
La CREG que mereció un 35.9%, evidenció la realidad de esta entidad y la fijación de normas de regulación que favorecen sin explicaciones claros intereses específicos. La situación es preocupante si se tiene en cuenta que los principales asaltados son los usuarios con costos, y las empresas públicas, en procesos claves que se están definiendo de ventas accionarias.
La Corporación de transparencia, deja ver la influencia en este índice de la inversión extranjera que prima sobre los intereses y las realidades públicas. Esta página publicó hace poco el nombramiento del comisionado Germán Castro Ferreira quién ayudó a la capitalización de la EEB, que deja interrogantes sobre los criterios que se tienen para elegir a unos encargados de regular más de $15 millones de millones de pesos en tarifas de energía.
Lo insólito es que esta calificación que refleja la importancia del control ciudadano sobre nuestras instituciones no ha tenido repercusión para el gobierno, más que un comunicado de la misma CREG, que simplemente rechaza tal índice.
Divulguemos esta información y pronunciémonos para dejar claro que se necesita una reforma y mejora profunda a esta entidad estatal.